Cara Y Cruz XVI- Los hermanos Allivez: Alonso

-Hola  Vik. Quiero hablarte sobre los arreglos que hiciste en mi coche.
Viktorio que no la esperaba en su piso, la observó detenidamente por algunos segundos, sin dar importancia el paquete que trajera consigo antes de decirle:
-Claro que sí.Pasa por favor- abriendo paso para que Lucía entrara en su apartamiento.-¿Algún problema con el coche? ¿No te gustó mi servicio?-preguntó cerrando la puerta tras ella.
-En absoluto.Hiciste un excelente trabajo.Ahora apenas se oye el motor al arrancar-explicó-El problema es que tú me has cobrado muy poco de lo que suelen cobrar los demás.
-Te lo explico: Todas las piezas estaban en muy buenas condiciones.Y no había razón para cambiarlas.Quizás en otro taller las cambiarían para cobrarte más, aprovechándose de ti.Nunca haría eso con un cliente mío.
-Lo sé.Siento si parezco dudar de ti.
-Además, todo indica que fue sabotaje-añadió él-como si alguien no quisiera salieras aquel día.
-Sí.Estoy cada vez más convencida de que Sith fue la responsable por todo aquello-y soltó un suspiro.-Aunque tengo parte de la culpa.¿Dónde estaba con la cabeza de invitar a Felipe?
-¿Crees que un día reiremos de todo aquello?-preguntó mirando directamente  a los ojos de ella.
-Si te refieres a la cena espero olvidarme muy pronto-respondió desviando la mirada.
-Quizás tengas razón.- sonrió, poniéndose de acuerdo con Lucía.-Pero nunca podré olvidar el buen momento que pasamos juntos en aquella terraza.Siempre lo recordaré con mucho cariño.

Lucía no dijo nada.No dijo a Viktorio lo mucho que había disfrutado en su compañía. No le mencionó aquella sensación de liberad que sintió en la terraza.Y tampoco le agradeció por la oportunidad de demostrarle su verdadero yo, de poder hablar, reír, ser ella misma...Sí,  para ella también siempre será un hermoso recuerdo.

-Bueno...te traje esto como pedido de disculpas-y le entregó el paquete que llevaba.
-¿Pedido de disculpas?-preguntó él mientras abría el paquete.
-Es una camisa nueva.-dijo ella, un poco tímida.-Aún me siento un poco mal por manchar tu camisa de vino.
-¿Por que te molestaste?-la interrumpió-No lo puedo aceptar.Seguramente  te ha costado una pasta...-dijo rechazando la camisa.Pero luego soltó un profundo suspiro cuando se dio cuenta de que le estaba haciendo un feo a Lucía.Pensó por unos instantes más y le dijo:
-Vale, lo aceptaré. Pero no como un pedido de disculpas, sino como un regalo de alguien a quien admiro.-explicó.-Así que gracias por regalo.Me gusta mucho ese tono de azul.Es mucho más bonita que la que se manchó.Se nota tu buen gusto.
-De nada- y esbozó una sonrisa.
Quizás la camisa regalada fuera más bonita.Pero si la hubiera usado aquel día, Viktorio estaría igual de guapo.Ojalá tuviera valor para decírselo.
-Puede ser que no sea tu novio, pero somos cómplices,¿verdad?

Cada vez que Viktorio pronuncia la palabra "novio" Lucía sentía algo extraño, como si él quisiera completar la frase diciendo "no lo soy, pero me gustaría serlo".Para desviar el rumbo de la conversación, Lucía pensó en una rápida estrategia:
-Huele a quemado...¿estás cocinando algo?
-¡Hostias!Estoy tratando de cocinar...espérame aquí.Vuelvo en seguida.-y se fue a la cocina.

"Tengo apuntado el numero de restaurante chino de comida a domicilio...lo necesitará seguro" pensó Lucía en voz alta.
-¿Dijiste algo Lucía?-preguntó el desde la cocina.
-Eh...que tienes muchísimos libros- dijo disimulando.
-Echa un vistazo si quieres...-y soltó una maldición. Parecía que cosas en la cocina no iban nada bien. Viktorio en la cocina siempre...bueno, siempre será un excelente mecánico de autos.

A Lucía le pareció muy buena idea conocer un poco más sobre Viktorio por medio de sus libros. Pero antes observó la sala.A la decoración le faltaba un toque femenino, pero esta muy bien organizada. Viktorio parecía ser un hombre muy organizado.Seguramente lo aprendió a serlo en el Ejercito.Era más organizado que ella, tuvo que reconocer.

Se acercó más a las estantes de libros para descubrir su contenido.Libros de física, matemáticas, ingeniería naval y de materiales . Catálogos de armas e otros catálogos militares. Diccionarios de inglés técnico, alemán, español y euskera. Ensayos sobre historia, política y sociología. Novelas históricas, policíacas y de terror.Una biblia en euskera y otros libros que no consiguió saber de que se trataban, seguramente también en euskera.

Lucía encontró un libro de poesías perdido entre las novelas históricas. Lo sacó.Eran poemas de Pablo Neruda. Lucía nunca había leído poemas en su vida. Aunque le gustaba leer, tenía miedo a los poetas y las verdades escondidas en sus versos.

Ojeaba el libro, pero se detuvo cuando escuchó unos ruidos que venían desde del dormitorio de Viktorio. Se sintió muy insegura al darse cuenta que Viktorio y ella, no eran los únicos en aquel apartamento.Devolvió "Neruda" a su lugar y se sentó en sofá.

Había alguien en su dormitorio.¿Porqué Viktorio no dijo que tenía visita?Quizás haya vuelto con su ex novia o se está liando con alguna de las otras solteronas del barrio.
"Entonces,¿qué hago yo aquí haciendo de carabina?Claro, en gran teatro de la vida, siempre me toca interpretar la estúpida" pensó.

Quiso levantarse y irse, cuando escuchó un abrir y cerrar de cajones y alguien dijo:
-¡Viko!¿En cuál de los cajones guardas tus boxers?-escuchó una voz masculina decir. Viktorio parecía no escuchar nada desde la cocina.-Por el extravío de mi equipaje no tengo  calzoncillos para ponerme...descuida, ya los encontré.

Lucía concluyó que probablemente aquella voz de hombre joven era del hermano menor de Viktorio.

-Vaya...No me lo puedo creer lo que encontrado aquí-él seguía hablando como si su hermano le estuviera escuchando.Y a Lucía le había despertado la curiosidad, quería saber lo que Viktorio guardaba en sus cajones-¿A quién le pertenece esta braguita, eh?-dijo riéndose-No es de Arantxa...aunque guapa, siempre será una mojigata.Nunca usaría algo así...No me digas que esta tanguita pertenece a tu vecina...a ver como se llama...Luisa, Luciana...¡Lucía, eso es!-y Lucía se asusta al escuchar su nombre,poniendo las manos al pecho.¿Qué hace unas de sus piezas intimas en los cajones de Viktorio?Una palabra: Sith.
Lucía carraspeó, en un intento hacerlo parar de hablar.
-Vamos Viko,¿por qué tan callado?-siguió-No tienes por  que  sentir vergüenza. Estás soltero, tienes tus necesidades, y además está muy buena tu vecina.La vi salir cuando llegué.Es natural que haya pasado algo entre vosotros.Y me vas a contar todo, soy tu hermano y tengo derecho a saber...-y paró de hablar cuando salió del dormitorio de su hermano.Cuando vio a Lucía sentada en el sofá.

Por unos instantes ambos se miraron atónitos: Alonso por darse cuenta de que la dueña de la braguita negra estaba sentada en el sofá y que había escuchado todo; Y Lucía, no por escucharlo todo, sino por verle a él totalmente desnudo , como Dios le trajo al mundo.

Alonso no era muy parecido a su hermano, era un poco más bajo que él, pero era muy guapo.Parecía tener la misma edad de ella, ojos verdes, cabello color castaño claro, casi rubio.Siempre había practicado deportes acuáticos, lo que explica el tono dorado de su piel, pero un dorado poco intenso por el sol casi ausente del Mar Cantábrico.Tampoco había marcas de bañadores en su piel, o sea,  es evidente que frecuenta playas nudistas. Su cuerpo era muy atlético con músculos bien definidos, que más se parecía una estatua grecorromana que había ganado vida. Había profanado su cuerpo de dios con tatuajes en ambos brazos.Pero parecía una estar muy a gusto con su desnudez.

Al verlo desnudo despertó en Lucía un deseo intenso de...bueno, no sabía bien lo que era, pero lo interpretó como un fuerte deseo de dibujarlo.Sí, dibujar.El dibujo era algo que le proporcionaba mucho placer a ella.Si tuviera papel y carbón, empezaría a bosquejar su cuerpo delineado.Lucía salió del trance cuando Alonso esbozó una hermosa sonrisa.Trató interpretar aquella sonrisa, pero no encontró malicia o segundas intenciones. Y por eso a Lucía le pareció que al contrario de Viktorio, que era un poco retraído y muy observador, Alonso era claramente expansivo y desatento.

Él peinó su pelo con las manos y encogiéndose de hombros dijo:
-No sabía que teníamos visita...me llamo...
-¡Alonso!-lo interrumpió Viktorio, furioso al ver su hermano en pelotas delante de Lucía-Vete a la habitación ahora mismo.

Ignorando a su enfurecido hermano se despidió de Lucía:
-Fue un placer conocerte- y regalándole otra sonrisa más de niño travieso.
-El placer fue...bueno, quiero decir...lo mismo digo.-y se sintió aliviada por haber terminado la frase.Apenas pudo recuperar el aliento cuando él dio media vuelta. Y así pudo apreciar su espalda definida y su hermoso trasero.

Mientras se iba tranquilamente al dormitorio, como le había ordenado su hermano, Lucía, con la vista trazaba el surco que hacía su espina dorsal que terminaba en su culo, cuyas nalgas son firmes y ligeramente empinadas.

Viktorio estaba demasiado enojado para darse cuenta de lo celoso que estaba.Si fuera su novia Lucía, le exigiría una explicación, pues parecía haber disfrutado. Y preguntarle porque estuvo mirando a Alonso por tanto
tiempo.Pero no había nada entre ellos, su relación con Lucía mas se parecía a un banco sin fondos a punto de hundir, y con todos sus ahorros invertidos en Sith, una inversión de alto riesgo.

Apretó la mandíbula y sus músculos se tensaron.Respiró y le dijo su vecina:
-Lo siento.Me olvidé decirte que mi hermano estaba aquí.Él es así, siempre caminando desnudo por la casa, sin importarse con los demás.No sé si lo hace por despistado o por descarado...quizás sea los dos.

Por culpa de su trastorno, Lucía no estaba segura de muchas cosas: Si había conocido o no a su padre, que había pasado realmente con su tía Teresa y otras incertidumbres causadas por los fallos de memoria.Pero estaba segura de una cosa: su orientación sexual. Y ver a Alonso desnudo era una prueba clara de que le gustan los hombres.

-No te preocupes.Parece que estoy destinada a conocer a toda tu familia así: en pelotas.-dijo ella haciéndole recordar el día en que ella lo vio casi desnudo en su cocina.Sí, el día en que se conocieron.Y de hecho Viktorio salió de su cocina completamente desnudo.
-Lo que pasó aquel día fue muy diferente.No sabía de nada.Dormí con una, pero se despertó otra muy distinta...
-Y un desconocido que acababa de mudarse estaba en mi casa-lo interrumpió ella-y además intentó besarme...Tienes razón, fue muy diferente.Porque cuando te vi, me sentí muy insegura y tuve miedo...
Y antes que él dijera algo Lucía siguió diciendo:
-Mira Viktorio no nos compliquemos más.Aquí tienes tu dinero.De verdad hiciste un buen trabajo.Gracias una vez más.Y me parece que tu comida se ha echado a perder...aquí tienes el numero de un restaurante chino.-y se despidió.
Viktorio dijo nada más, y le abrió la puerta.Cuando la puerta se cerró, tiró el dinero por la sala y luego dio un puñetazo en la pared.


Frente al espejo, Alonso peinaba su pelo con las manos, pero se detuvo cuando vio su hermano por el reflejo.

Viktorio estaba en la entraba de la habitación con los brazos cruzados y con una cara de muy pocos amigos.

-Antes que digas algo Viko, tú tienes la culpa.No sabía teníamos visita.Además no te preocupes por mí, te prometo que no me voy a tirar a tu vecina.Aunque tenga unas lindas piernas y ese acento del sur que me vuelve loco.-dijo mientras elegía unas de las colonias de su hermano para usar, sin su permiso.

Viktorio prefería que los demás mantuvieran distancia de sus cosas(esto incluía su chica y las bragas de esta).Aunque muy molesto no dijo nada, estaba feliz por tener a su hermano en su casa, a pesar de que casi siempre se mete en líos.

Alonso se echó un poco de la colonia que la ex prometida de Viktorio le había regalado.Y recortándose de algo empezó a decir:
-Sabes Viko, después que Arantxa vino visitarte, se puso muy triste y...¿desconsolada?...no lo sé, total, me envidó a su casa para cenar, pero sus padres no estaban. Quería que yo la consolara.-y miró a Viktorio.Y aunque su hermano parecía no estar interesado siguió relatando lo ocurrido.-Pero ya lo sabes, Arantxa no me gusta.Por eso nada pasó entre nosotros pero...
-¡Joder Alonso, dilo que un vez!-exclamó revelando su curiosidad y su poca paciencia.
-Arantaxa se distrajo en la cocina y entonces subí rápidamente a la habitación de su hermana.Y me la follé.-dijo con total naturalidad.
-¿Qué?¿Beatriz y tú?¿Tú la follaste?No me lo puedo creer-dijo incrédulo.
-Pues créelo.-y no estaba mintiendo-Y la estaba follando por detrás, cuando Arantxa nos pilló.¡Pero eso me puso a mil!La invité para que se uniera a nosotros, pero no quiso la muy mojigata...
-¡Alonso,¿cuándo te vas enterar que la vida no es una peli porno?!-lo reprendió con aires de militar-Además, ya no quiero saber nada sobre Arantxa y los suyos...¿Tú le diste mi dirección?
-¡Que va!Seguro que fue aita.Tu rompimiento con Arantxa le dio un disgusto al viejo.Ya sabes   lo ilusionado que estaba en verte casar y que le dieras una nieta.-y se rió al pensar en la posibilidad.
-No te rías.Si no te cuidas serás el primero en darle a aita una nieta.-dijo en tono de advertencia.
-No te preocupes por mí. Yo sé cuidarme.-dijo en su defensa-Bueno,no vine aquí para discutir contigo, he venido por que quería verte como estás, y ama también está muy preocupada por ti.
-¿Y porque ama todavía no ha venido a verme?-preguntó, dejando evidente su disgusto.
-Prefiere esperar un poco más.Me dijo que te quiere con locura, pero también reconoce que es muy controladora a veces.No quiere interferir en su vida.Por eso me ha enviado, para que luego le diga como te va la vida en Sevilla.
-¿Y que le vas a decir?-preguntó.
-A ver...que mi hermano no está gordo como creí que estaría.Le va muy buen su negocio y colecciona bragas de sus vecinas buenorras...

Dejando de cruzar  los  brazos, Viktorio a prieta los labios para no reírse.

-Niégalo siguieres Viko,pero sé que tú le comiste el coño a Lucía.Si conozco bien a mi hermano, le quitaste esta braguita con la boca...-y puso el tanga entres los dientes y empezó a menear la cabeza con un perro, burlándose de él.-y luego la lamiste despacio como si fuera un helado, por varias veces, y cuando se puso mojada, toda jugosa, la succionaste para sentir su sabor...
-¡Cállate ya Alonso!Y mejor que no me provoques más o te quitaré los dientes con mi puño.
-Tranquilo Viko.-dijo soltando una carcajada-Pero estoy feliz que has escuchado mis consejos.Lo mejor para olvidar es ser generoso con las mujeres.Es decir, darle placer a las chicas solteras y sexys como Lucía.Eso nos hace sentir útiles-y le guiñó un ojo-¡Aupa Viko! Que hoy vamos a salir por ahí, a tomar unas copas y conocer otras chicas...como en los viejos tiempos.
-Pero no iré a ningún lugar contigo si antes no te disculpas con Lucía.-y volvió a cruzar los brazos, pero ahora cruzándolos como hace su padre.-Ella no es como las fulanas que follas por ahí.

Alonso se quedó callado por algunos instantes.Estaba maquinando.Y luego dijo:
-¡Sí, es una buena idea!

-¿Qué es una buena idea?-preguntó.

Y mientras se dirigía a la puerta dijo:
-Me disculpo y luego la invito a salir con nosotros.Y que invite también una amiga suya...eso haré.
-No espera...¡Alonso no!-pero no consiguió detener su hermano a tiempo.

Se sentó en sofá preocupado, preguntándose quien aceptaría la invitación: Lucía o Sith.

P.D:

Aita:  del euskera que significa padre, papá.
Ama: del euskera que significa madre, mamá.

 A veces siento pena de Lucía, pero a veces la envidio...¡Ay!Alonso ... No se olviden amigas mías: si tu novio es guapo, probablemente tu cuñado también lo será.Y si el destino de Lucy es conocer todos los varones de la familia Állivez desnudo, vaya suerte hija mía.
 El próximo capitulo alguien se la va a liar: ¿Alonso?¿Sith?¿Lucía?¿Viktorio?